Solo días después de que Trump amenazara con prohibir el uso de TikTok en Estados Unidos, el director ejecutivo de la empresa asiática, Kevin Meyer, ha dimitido este jueves, 27 de agosto. La noticia ha sido difundida por el Financial Times.
El diario estadounidense Financial Times ha informado este jueves que Kevin Meyer, director ejecutivo de TikTok, abandona la compañía tras las presiones de Trump. La plataforma de microvídeos, cuya propiedad es china, ha denunciado al gobierno estadounidense por sus recurrentes amenazas.
Según la administración Trump, la red es una “amenaza” para la seguridad nacional.
Meyer, que se adherió a la dirección ejecutiva de TikTok tras dejar su puesto de jefe de servicios de transmisión de Disney el pasado mes de junio, ha dejado una carta a sus empleados en la que explica su marcha. “En las últimas semanas, a medida que el entorno político ha cambiado drásticamente, he hecho una reflexión significativa sobre lo que requerirán los cambios estructurales corporativos y lo que significan para el rol global al que me inscribí”.
Aunque las conversaciones entre el gobierno de Estados Unidos y la red aún no han terminado, Meyer manifiesta que “en este contexto, y como esperamos llegar a una resolución muy pronto, quiero hacerles saber con gran pesar que he decidido dejar la empresa”.
El pasado día 15 de agosto, Trump firmaba una orden ejecutiva por la que se daba un plazo de 90 días a ByteDance, empresa propietaria de la red social, para que una compañía “muy estadounidense” comprara TikTok.
El gobierno de Trump, que sostiene que TikTok es una “amenaza” para la seguridad del país, impedirá las transacciones del gigante asiático a partir del próximo día 15 de septiembre. Asimismo, Trump está intentando forzar la venta de la red a Microsoft, que ha mostrado bastante interés en la plataforma.
Pekín se opone con fuerza a la venta obligada de TikTok, que califica como una violación a los principios de la Organización Mundial del Comercio. Para China, los intentos de Washington de vender TikTok son un capítulo más en la guerra comercial entre ambos países.
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