China lleva testando su vacuna experimental contra la COVID-19 en enfermos de alto riesgo desde el pasado mes junio. Aunque aún no ha superado los ensayos finales, que permitirían que el fármaco pudiera ser administrado a toda la población, las autoridades del país se plantea ampliar las pruebas a otros grupos para prevenir rebrotes futuros.
La noticia fue comunicada por fuentes sanitarias del país a los medios estatales.
Zhen Zhongwei, uno de los miembros de la Comisión Nacional de Salud de China, ha revelado en una entrevista que las pruebas experimentales tienen como fin aumentar la inmunidad contra el coronavirus de algunos grupos específicos de la población, como son los médicos o los trabajadores de los sectores de la alimentación, el transporte o los servicios.
La entrevista ha sido retransmitida por el canal de televisión estatal y recogida por Reuters.
No obstante, ha confirmado que ninguna vacuna ha llegado a superar los ensayos finales. Realizadas a gran escala, las pruebas finales verifican que un fármaco es seguro y eficaz a la hora de proteger a las personas contra una enfermedad y que, por tanto, puede ser administrado al conjunto de la población.
Asimismo, el funcionario ha avanzado diciendo que las autoridades sanitarias de China están estudiando ampliar estas pruebas de la vacuna a otros grupos para tratar de prevenir los posibles rebrotes de COVID-19 que se prevén en el otoño y el invierno.
Zhongwei, que lidera el equipo que coordina los recursos estatales destinados al desarrollo de vacunas, ha anunciado que las vacunas que están siendo desarrolladas por las instituciones públicas tendrán un precio similar al coste. Serán, además, más baratas que la vacuna elaborada por la empresa estatal china National Biotec Group, cuyo precio ascenderá a los 121 euros, según informó el presidente de la compañía. “Las empresas deben decidir entre ganancias moderadas o ganancias razonables basadas en los costos”, ha expresado durante el diálogo.
Adicionalmente, el comisionario chino ha reconocido en el coloquio que aún no se han hecho públicas las pautas para el uso de potenciales vacunas en caso de emergencia, anunciadas el pasado 24 de junio.
“Las empresas deben decidir entre ganancias moderadas o ganancias razonables basadas en los costos”
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