El incremento del 16,7% en seis años plantea retos para el sistema educativo.
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Un panorama preocupante
En los últimos años, Barcelona ha visto un aumento significativo en el número de alumnos en situación de vulnerabilidad socioeconómica. Según un informe reciente, el porcentaje de estudiantes en esta categoría ha crecido un 16,7% en solo seis años, pasando del 4,7% en el curso 2018-19 a un alarmante 21,4% en el presente.
Esto representa un total de 35.307 estudiantes que enfrentan diversas dificultades que afectan su acceso y rendimiento educativo.
Factores detrás del aumento
El concejal de Educación, Lluís Rabell, ha atribuido este aumento a una «mejora en la detección» de los alumnos vulnerables.
Este fenómeno ha sido particularmente notable desde el curso 2019-20, cuando la pandemia exacerbó las desigualdades existentes. En ese año, el porcentaje de alumnos vulnerables se disparó del 6% al 12,4% en el siguiente curso. Este incremento no solo refleja una mayor visibilidad de la problemática, sino también la necesidad urgente de implementar políticas educativas que aborden estas desigualdades.
Distribución del alumnado vulnerable
El informe también revela que el 59% de los alumnos vulnerables se encuentran en escuelas públicas, mientras que el 41,02% asisten a centros concertados. Rabell destacó la «mejora notable» en la segregación escolar, indicando que aproximadamente el 87,2% de los centros educativos están equilibrados en relación a los centros de su zona. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica y requiere atención continua para garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación de calidad.
Aumento del personal docente y apoyo educativo
En respuesta a esta creciente demanda, se ha incrementado el personal docente en un 2,2%, lo que equivale a 226 nuevas dotaciones. Además, el personal de apoyo educativo ha crecido un 4,3%, con 18 nuevas dotaciones enfocadas en la educación especial. Estas medidas son esenciales para proporcionar el apoyo necesario a los estudiantes que enfrentan desafíos adicionales en su aprendizaje.
Desafíos en la educación infantil
En el ámbito de la educación infantil, Barcelona ha comenzado el curso escolar con 105 guarderías en funcionamiento, que ofrecen 8.845 plazas. Sin embargo, la distribución de estas plazas es desigual entre los distritos. Por ejemplo, el distrito de Sarrià-Sant Gervasi presenta la menor capacidad con un 14%, mientras que Horta-Guinardó y Sant Martí tienen capacidades del 34% y 33%, respectivamente. Esta disparidad en la oferta educativa plantea un reto adicional para las familias que buscan acceso a la educación infantil.