El papa Francisco alerta sobre el vicio de la pereza durante audiencia general celebrada en el aula Pablo VI. "Se trata de una tentación muy peligrosa.
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El Papa Francisco reflexiona en su catequesis sobre la pereza, durante la audiencia general de hoy miércoles, celebrada en el aula Pablo VI.
El papa Francisco alerta del vicio de la pereza
En una profunda reflexión sobre los vicios humanos; el papa Francisco advirtió contra el vicio de la pereza durante la audiencia general de hoy miércoles, celebrada en el aula Pablo VI.
Describiéndola como una «tentación muy peligrosa», el Sumo Pontífice ilustró cómo este vicio puede llevar a las personas a un estado de letargo espiritual y emocional, equiparándolo a una forma de muerte anticipada.
La pereza: un vicio aplastante
Según el papa Francisco, caer en la pereza es como ser aplastado por un deseo de muerte.
«Todo le disgusta, la relación con Dios se le vuelve aburrida y también los actos más santos, los que le habían calentado el corazón, ahora, le parecen completamente inútiles», dijo, evidenciando cómo este estado puede deteriorar la conexión del individuo con lo divino y con las actividades que antes le proporcionaban consuelo y satisfacción.
El Papa profundizó en su descripción de la pereza, refiriéndose a ella como el «demonio del mediodía».
Este término, que evoca la fatiga y el aburrimiento extremo en las horas centrales del día, se utiliza para representar cómo la pereza puede atrapar a las personas en sus momentos más vulnerables, llevándolas a una lucha interna contra la acedia.
Francisco comparó este estado con el mal de la depresión, señalando similitudes tanto desde perspectivas psicológicas como filosóficas.
Un llamado a la acción contra la distracción
El líder de la Iglesia Católica también comentó sobre la tendencia de las personas perezosas a buscar distracciones constantes; deseando estar siempre aturdidas para escapar de su realidad.
«Es un poco como morir por anticipado», afirmó, destacando la gravedad de rendirse a este vicio.
Francisco instó a luchar contra la acedia, enfatizando que «la de la acedia es una batalla decisiva, que hay que ganar a toda costa», y señaló cómo muchas personas han abandonado su camino hacia el bien debido a esta lucha interna.
