El exrey de Grecia Constantino II y hermano de la reina Sofía de España muere a los 82 años de edad tras llevar una semana hospitalizado.
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Muere el hermano de la reina Sofía. El exmonarca griego estaba hospitalizado desde hace una semana.
Muere el hermano de la reina Sofía
El exrey de Grecia Constantino II, hermano de la reina Sofía, ha perdido la vida este martes 10 de enero a los 82 años de edad.
Ha muerto en el hospital privado Ygeia de Atenas, donde lo hospitalizaron la semana pasada. Junto al exmonarca estaba desde hace días toda su familia, incluidas doña Sofía y doña Irene. Ellos habían acudido desde España para estar junto a él en sus últimos momentos de vida.
Constantino II, hermano menor de la reina Sofía, y su esposa Ana María, habían sido expulsados del país. Todo ello tras la caída de la Junta de los Coroneles en 1974, que dio fin a un breve reinado de siete años, y tan solo volvieron a Grecia en 2013.
Lo que pasó en 1974
Para entender su huida: en 1974 celebraron un referéndum en el que el 69,2 % de la población optó por la república. A los 24 años, Constantino sucedió a su padre, en marzo de 1964, ya era muy popular. En los Juegos Olímpicos de Roma de 1960 ganó en la competición de vela. Era la primera medalla de oro para Grecia desde 1912.
Su boda
Seis meses tras su coronación, en septiembre de 1964, los griegos llegaron a Atenas de todos los rincones del país para asistir a su boda con la princesa Ana María, de 18 años. Era la hermana menor de la reina Margarita II de Dinamarca. Tras ello, en el verano del 65, muchos salieron a las calles en todo el país, esta vez en contra de la monarquía. Todo ello en protesta por la destitución del primer ministro centrista, Yeoryios Papandreu. Un año antes, Papandreu había conseguido una aplastante victoria en las elecciones generales para terminar con las violaciones de derechos humanos y transformar Grecia en una democracia moderna.
La respuesta de Constantino hacia los golpistas aumentó el enfado de la población. Primero reconoció el Gobierno de los golpistas para, ocho meses después, intentar derrocarlos con poca preparación y, desde entonces hasta la caída de la dictadura, abstenerse de toda crítica hacia ellos.
