Juan Carlos I vivirá este domingo 22 de mayo su último día en la localidad pontevedresa de Sanxenxo. Esto es lo que hará el emérito.
Juan Carlos I se despide de Sanxenxo antes de su encuentro con Felipe VI. El rey emérito vive este domingo 22 de mayo su tercer día. Allí espera vivir una jornada de regatas después de que anulasen las de este sábado 21 de mayo debido a la falta de viento.
Juan Carlos I se despide de Sanxenxo
El rey emérito Juan Carlos I disfruta su última jornada en Sanxenxo. El emérito aterrizó el jueves en el aeropuerto de Vigo. Este domingo afronta su tercer día en la localidad pontevedresa con la esperanza de vivir una jornada de regatas sin problemas.
Y es que este sábado 21 de mayo acabaron suspendiendo las dos mangas previstas en el club náutico por la falta de viento, una situación que podría repetirse este domingo 22 de mayo. Además de esa jornada de regatas, a las 18:00 horas celebran la entrega de premios de la regata, donde esperan que Juan Carlos I pueda participar.
La estancia de Juan Carlos I en Sanxenxo
Finaliza de esta forma su estancia en casa de su amigo Pedro Campos, desplazándose a Madrid este lunes 23 de mayo para encontrarse con su hijo, el rey Felipe VI. También lo hará con el «resto de la familia» en la Zarzuela, un almuerzo que la Casa Real cataloga como meramente privado, no estando así en su agenda oficial del día, la cual está completamente liberada. Este sábado, Juan Carlos I, que se subió al Bribón, no pudo tripular la embarcación después de que se suspendiese la jornada de regatas prevista ante la falta de viento en Sanxenxo. Ante los medios, el emérito insistía en que se encontraba «muy bien».
Su nieto
Después de una jornada frustrada en el club náutico, el emérito llegó a Pontevedra para ver a su nieto Pablo Urdangarín jugar un partido de balonmano. Ambos quisieron retratar su relación en un abrazo en una visita que tuvo un pequeño susto. Lo cierto es que Juan Carlos I resbaló en la grada, sufriendo una pequeña caída en la grada del estadio. Fue al intentar levantarse con la ayuda de sus ayudantes cuando el emérito ‘bajó’ de una grada a otra, una imagen que evidencia sus problemas de movilidad.
