Lara Álvarez ha concedido una sincera entrevista para la revista 'Lecturas', en la que ha desvelado por primera vez que necesitó ayuda psicológica.
Lara Álvarez no está acostumbrada a hablar de su vida privada, pero por primera vez ha concedido una entrevista donde ha relatado por qué llegó a necesitar ayuda psicológica.
Lara Álvarez reconoce que necesitó ayuda psicológica
La presentadora de Telecinco, ha sorprendido a sus seguidores al relatar que los últimos años no han sido los mejores de su vida. El fallecimiento de su querida abuela, a quien tenía como un pilar fundamental en su vida la afectó demasiado ya que siempre tuvo un papel muy influyente en su día a día.
Un proceso de asimilación en el que se vio obligada a pedir ayuda de un psicólogo, y seguir un tratamiento para recuperarse.
Lara cuenta que en su pueblo de Gijón la llamaban la «nieta de la Orquídea». Recordando en la entrevista todos los años felices que vivió a su lado y lo difícil que fue despedirse de ella. «Mi abuela regentaba una floristería», recuerda cariñosamente. «De ahí mi tatuaje de flores en la nuca», desvela.
Lara Álvarez reconoce que recurrió a la ayuda psicológica
La periodista ha contado que desde hace tiempo está bien concienciada de la importancia que tiene la salud mental en la vida, y resalta que si es necesario es importante recurrir a un psicólogo para enfrentar y superar los miedos y preocupaciones. «Lo mío fue más un duelo personal por el fallecimiento de mi abuela. Fue algo más vinculado a lo emocional y al desbarajuste que me supuso«, afirma.
Lara cuenta que a día de hoy está feliz: «Estoy en un momento profesional muy dulce, pero también de evolución. Me gusta salir de mi zona de confort. Ese buen rollo me viene de la conciencia. Es fundamental la actitud con al que uno afronta su vida. Yo soy pro terapia, pro ayuda y pro autoconocimiento. Cuido mucho mi salud mental».
«Hace poco estuve con una psicóloga del optimismo que trabaja la parte de potenciar las fortalezas así no nos centramos únicamente en lo negativo. Hay que cambiar la perspectiva. Me ayudó mucho en un momento de mi vida a centrarme, a cambiar, a saber quién era y hacía donde quería ir. No iba por el camino adecuado. No fue por temas de fama. A mí la exposición pública no me genera ansiedad, sino todo lo contrario».
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