Tamara Gorro ha regresado a las redes sociales, donde ha contado que necesitó alejarse unos días de sus hijos para ponerse en manos de un terapeuta.
Tamara Gorro ha confesado en un vídeo colgado esta mañana en su Instagram, que su problema de salud mental la obligó a tener que separarse durante varias semanas de sus hijos, para ponerse en manos de un psiquiatra y un terapeuta.
Tamara Gorro alejada de sus hijos
«Buenos días, familia bonita», era el saludo con el que Tamara comenzaba el vídeo. La influencer contó este pasado lunes que se vio obligada a pedir ayuda de profesionales ya que desde hacía tiempo llevaba cargando una mochila «con demasiadas piedras».
Por lo que se planteó recuperarse para volver a ser la de antes.
Además, ha colgado varios stories donde ha confesado que echa mucho de menos a toda su familia virtual. Siguiendo el consejo de su psicólogo, no ha querido alejarse del todo de las redes, ya que sus seguidores forman parte de su terapia y la motivan a salir adelante.
Tamara Gorro alejada de sus hijos, comienza su recuperación
Por el momento, Gorro no ha querido revelar el diagnóstico que le dio su terapeuta, pero si el consejo que le dio de pararlo todo. Algo que la obligó a dejar de ver a su familia y amigos para aislarse por un tiempo.
Tras ello los profesionales la dijeron que debía de cumplir dos puntos, el primero que volviera poco a poco a las redes sociales y el segundo que tolerase bien la medicación que le habían recetado. «Notaréis que al hablar hay veces que me trabo. Me ha dicho el médico que es completamente normal, pero bueno, intentaré hablar más calmada, aunque es algo imposible en mí», apuntaba con humor.
Una vez cumplidos, lo siguiente fue acabar con su aislamiento y reencontrarse con sus hijos y toda su gente.«No os imaginais lo que ansío estar con Shaila y Antonio, lo que pasa es que tuve que irme porque no podía permitir que mis hijos me viesen tirada», afirmaba.
«Dejo ya este lugar maravilloso que tanta paz me ha dado. Me voy a por mis hijos», decía en el vídeo con ilusión. «No os imagináis lo que ansío estar con ellos, lo que pasa es que tuve que irme porque no podía permitir que mis hijos me viesen tirada. Ni de coña».
Tamara considera que ya ha recargado un poco de fuerza para volver a estar al frente de su rutina.
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