Kiko Matamoros ha rememorado los malos tratos y palizas a las que le sometió su padre ya fallecido y a pesar de ello asegura no guardarle rencor.
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A pesar de esa fachada de portero de discoteca, Kiko Matamoros no pudo evitar derrumbarse en ‘Viva la Vida’ al rememorar los malos tratos que sufrió a manos de su padre que falleció en 2011 y que por lo visto fueron continuos en su infancia y adolescencia.
Kiko Matamoros recuerda los malos tratos que sufrió a manos de su padre
Al recordar estos violentos episodios de su vida, Matamoros no ha podido evitar que casi se le saltasen las lágrimas: ‘con el tiempo y la madurez aprendí a perdonarle.
No le guardo ningún rencor’.
Los malos tratos han marcado para siempre a Kiko Matamoros
Cansado de sufrir vejaciones, Kiko Matamoros abandono el hogar familiar a los 19 años sin oficio ni beneficio, por lo que tuvo que enfrentarse a condiciones muy duras para salir adelante. A pesar de todo, con los años aprendió a reconciliarse con su padre, achacando su violento comportamiento con él a la época que le tocó vivir y afirmando que en aquellos años las palizas de padres a hijos estaban a la orden del día.
Reconoce Matamoros que: ‘a mi en casa y en colegio me daban unas somantas de palos increíbles’, calificando algunas de aquellas palizas como realmente ‘salvajes’ y recordando que una vez que su padre le pegó un puñetazo y sangraba mucho por la nariz, él se dio contra la pared para provocar un mayor sangrado: ‘pensaba, a ver si me muero ya’.
De la no relación de su hermano Coto Matamoros, quien incluso reniega de él y lo califica como ‘lerdo’, dice que ha aprendido a vivir sin él y que lo lleva muy bien.
La relación de Kiko Matamoros con sus hijos
Reconoce, sin embargo, que las palizas han marcado su vida de una forma indeleble y que han sido clave para la educación que ha querido impartir a sus hijos, en los periodos de tiempo en que ha convivido con ellos. Hay que recordar que se separó de la madre de sus 4 hijos mayores quince días después de nacida su última hija, con la que prácticamente no ha tenido ningún trato.
Afirma que a sus hijos nunca les ha puesto una mano encima, pero que hubiese tenido que ser más exigente en su educación.
De su relación con Makoke tiene una hija Anita Matamoros con la que desde que su mujer se separó de él por engaños e infidelidades, no mantiene ninguna relación, como tampoco la mantiene con casi ninguno de sus hijos.
