Fiama Rodríguez, cuarta expulsada de ‘Secret Story’

Fiama fue expulsada por la audiencia de ‘Secret Story’ en su primera nominación, y al llegar a plató fue muy bien recibida por Sofía Cristo.

‘Secret Story’ expulsó, este pasado 7 de octubre, a Fiama Rodríguez. La concursante perdió el duelo con Cristina Porta, después de que Carlos Sobera comunicara el pasado martes a Luca Onestini y a Cytnhia Martínez que estaban salvados al haber sido los menos votados para abandonar la casa.

‘Secret Story’: Fiama expulsada

Después de escuchar su nombre por parte de Jorge Javier Vázquez, Fiama confesó que sabía que sería la eliminada del reality desde que la nominaron la semana anterior. La canaria no quiso despedirse de sus compañeros alegando que si lo hacía se iría mucho más triste de la casa.

De la única que sí quiso despedirse fue de Cristina Porta a la que dijo: «Estarán más tranquilos algunos, a otros les faltarán mis bromas, otros estarán un poco tristes, habrá un poco de todo». Antes de salir por la puerta de la sala de nominaciones, Fiama dejó una nominación directa a Luca Onestini.

‘Secret Story’: Fiama llega a plató

Al llegar al plató, Fiama recibió a su familia y a una de las compañeras con las que más química había tenido durante su estancia en el reality, Sofía Cristo. «Merecías quedarte», le dijo la DJ con cara triste, explicándola que no se había vestido más elegante porque realmente no pensaba que ella iba a ser la expulsada.

Sofía confesó sentirse “acalorada” tras el reencuentro y le quiso dejar claro a Fiama que estaba “mucho más soltera” que antes de entrar a participar en el reality, ya que al salir se había dado cuenta de que ella no era tan especial como pensaba para la chica que la estaba esperando fuera.

Por su parte, Fiama también confirmó que estaba soltera, pero que tenía pendiente una conversación con su exnovio. La exconcursante de ‘La isla de las tentaciones’ aseguró que esa noche dormiría en su casa con su madre, pero que el viernes estaba libre y que podía pasar cualquier cosa. Fue entonces cuando Sofía la invitó a Leganés, ya que ella trabajaba allí por la noche y la canaria aceptó encantada.