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Han transcurrido 90 años del histórico discurso de Clara Campoamor en la votación de las Cortes Constituyentes de la II República. Esta fue la que dio forma legal al derecho del voto de las mujeres y abrió el camino a nuevas y necesarias leyes.
Es una fecha clave para reivindicar a la abogada y política feminista Clara Campoamor.
Clara Campoamor ocupaba en el Congreso un escaño por el Partido Radical. Defendió con uñas y dientes el sufragismo en la Constitución de 1931.
Hubo un intenso y apasionado debate. La diputada madrileña fue la protagonista gracias a su dialéctica y su capacidad para convencer a los discrepantes, pues ni siquiera contó con el respaldo de su propio partido. Aquella jornada pasó a la historia por sus réplicas a Victoria Kent, feminista partidaria de aplazar el voto para las mujeres. Kent entendía que aún no estaban preparadas políticamente para ejercerlo y sospechaba que votarían influidas por la Iglesia.
Hubo 40 votos de diferencia. El precepto de “los ciudadanos de uno y otro sexo” tendrán “los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes” salió adelante por 161 síes frente a 140 noes. Muchos votos en contra fueron del propio Partido Radical de Clara Campoamor.
El resultado fue “acogido con aplausos en unos lados de la Cámara y con protestas en otros” y un diputado exclamó “¡Viva la República de las mujeres!”.
Varios diputados explican el sentido de sus votos, pero continúan las protestas y “frases que no es posible entender”. Sin embargo siguen los aplausos, de modo que “durante varios minutos las manifestaciones contradictorias de los señores diputados son extremadamente ruidosas”.
Culminó con el choque entre Victoria Kent y Clara Campoamor, únicas voces femeninas de la sesión, discrepantes ambas en la táctica aunque coincidentes en el objetivo final. “Creo que el voto femenino debe aplazarse, que no es el momento de otorgar el voto a la mujer española. Lo dice una mujer que, en el momento crítico de decirlo, renuncia a un ideal”, asevera Kent. Agrega que no es una cuestión de falta de “capacidad” de las féminas, sino de “oportunidad para la República”; y asevera que “por hoy es peligroso conceder el voto a la mujer”. Campoamor replicó: “Yo, señores diputados, me siento ciudadana antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros”, sostiene la diputada, que sin cejar en su empeño les vuelve a pedir que no cometan “ese error político de gravísimas consecuencias”.
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