Quique Peinado alabó la labor de Irene Montero frente a su puesto como ministra de Igualdad, durante una entrevista en el programa de radio Buenismo Bien, de la Cadena SER. Horas después de que Ylenia Padilla la criticara duramente en Twitter por el mismo tema.
Entrevista en la que también participaron la cómica Henar Álvarez y el guionista y actor Manuel Burque.
La ministra fue invitada para mantener una charla sobre los próximos proyectos de futuro que piensa llevar a cabo en el ministerio.
Durante el programa Montero tuvo que responder a la pregunta que uno de los periodistas le lanzó acerca de si ella creía que era la ministra del gobierno que más odio recibía por parte de los españoles.
Fue entonces cuando la de Podemos decidió mojarse y reconoció que era un cargo algo reñido: «Todos los debates que el feminismo plantea salen de las entrañas y se viven de las entrañas. Apelan a tu propia identidad, tu propia cotidianidad y tu propio día a día y eso te hace estar en el ojo del huracán«, apuntó.
También comentó que había momentos en los que sentía harta ante la situación de la mujer en la sociedad: «Hay muchas veces en las que he estado hasta las narices. Pero, en esas ocasiones, me entra también esa rabia y esa sensación de que llevamos siglos excluidas de la política y la vida pública. Los que tienen que reflexionar y abandonar esas actitudes son ellos, así que vamos a seguir».
Irene concluyó la ronda de preguntas con la siguiente afirmación: “Tengo la obligación de hacer políticas públicas que garanticen derechos humanos”. Tras ello, Peinado valoró sus respuestas y quiso dedicarla un piropo que se salía del lenguaje convencional usado en el medio:
“La frase con la que quiero cerrar: se puede estar de acuerdo o no, pero tiene que quedar claro que tiene un coño como esta mesa de grande, porque hay que plantearse”.
Montero respondió agradecida con un: “Es un piropo muy bonito”, señaló entre risas.
La biografía de Chad Boyce que había muerto trágicamente en el set de la serie de televisión Los 100.
La biografía de Clay Virtue, trabajador que murió trágicamente mientras todavía trabajaba en el set de la serie Los 100.