Ortega Cano sufre de problemas cardiacos, algo que tiene muy preocupado a sus seres queridos y a Ana María su esposa, que no oculta el miedo que siente ante los contratiempos que ha tenido él.
La salud de José Ortega Cano preocupa a sus seguidores, en especial a su mujer Ana María Aldón. El torero desmiente a su esposa y asegura estar «fuerte como un toro». Pero la realidad sobre el estado de salud de Ortega Cano es bastante diferente.
El verdadero estado de salud de Ortega Cano
Esta es la duda que se ha generado después de ver los mensajes contradictorios que llegan a las redes sobre sus problemas de salud. Ortega Cano sufre de problemas cardiacos, algo que tiene muy preocupado a sus seres queridos, incluyendo a Ana María Aldón, su esposa, que no oculta el miedo que siente ante los contratiempos que ha tenido desde que pasó por el quirófano para ser intervenido del corazón.
Sin embargo, el torero desmintió a su esposa, asegurando que está muy bien, que se encuentra «fuerte» y sin mayores preocupaciones.
Parece ser que Ana María demuestre su preocupación de una forma exagerada sobre el estado de salud del diestro, pues aún sufre las secuelas que le dejó el coronavirus, más la operación que tuvo en su corazón, que no le ha mejorado sus dolencias.
En cambio, José Ortega Cano ha intentado restarle importancia a su estado clínico. Está enfocado en su rutina de ejercicios, corre todos los días por la playa para demostrar que está en perfectas condiciones.
Ana María Aldón enciende las alarmas
El pasado fin de semana, Aldón expresó en Viva la Vida’ que estaba preocupada por su madre, pues tuvo una caída en Cádiz, derivando a otros problemas de salud. Además, habló de los problemas de su marido, confirmando que José debía someterse a una revisión médica al regreso de sus vacaciones, dijo que: “La vida es dura y hay otros problemas que te afectan. Cuando más grande es la familia, más preocupaciones hay”, reveló que la cirugía de su marido practicada meses atrás no había salido completamente bien.
También, recordó cuando el diestro pasó por el coronavirus y las secuelas que le han persistido en forma de cansancio constante y sus bajadas de tensión, además de los problemas con la válvula que se le implantó, con la posibilidad de ser intervenido nuevamente del corazón.
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