Madrid tendrá la Plaza de Raffaella Carrà, una lugar que lleva el nombre de la legendaria Raffaella, amada también en España. Raffaella Carrà tenía un vínculo especial con España ya que llegó a admitir que la ciudad de Madrid porque le hacía «sentirse libre».
La plaza de Raffaella Carrà se ubica entre los números 43 y 45 de la capital, en la calle del barrio LGBT de Chueca, en el cruce de las calles Fuencarral y Augusto Figueroa.
En el centro de la plaza se visualiza un famoso y gigantesco olivo. En la misma calle Fuencarral, años atrás el Ayuntamiento de Madrid había decidido rendir homenaje al músico Antonio Vega. Ahora el barrio de Malasaña tiene otro lugar dedicado a una diva de la canción.
Raffaella Carrà se merece esto y más. Ella representa un ícono de libertad durante muchas generaciones. Su música ha inspirado a múltiples generaciones. Fue una de las primeras figuras públicas en hablar de libertad sexual y es un referente de la música y la televisión, un icono, para Madrid y para toda España. Se merece este reconocimiento, ya que siempre ha estado muy apegada a Madrid, una ciudad donde decía sentirse libre y donde se sentía muy a gusto disfrutando de la vida de sus calles y plazas.
También llegan desde Italia propuestas para plazas y/o calles que llevarán el nombre de Raffaella Carrà. Si Milly Carlucci lanzó la idea de nombrar el Auditorio Rai con vistas al estadio olímpico de Roma, Fabrizio Marrazzo, candidato a la alcaldía por el Partido Gay, propuso cambiar el nombre de San Giovanni in Laterano, calle gay de la capital, en via Raffaella Carrà.
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