Rocío Flores deja ver que sus tatuajes representan los momentos más importantes de su vida y su conflicto familiar. La joven no tiene ningún tatuaje que la ligue con su madre. La hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores, ha demostrado en más de una ocasión, su pasión por la tinta al tener en varios tatuajes que la representan.
Algo que al parecer heredó de sus padres pero que para ella representa algo más profundo como la cercanía con su familia.
Flores, cuenta con 13 tatuajes y varios de ellos son fechas especiales, firmas o palabras en homenaje a su familia, no obstante, ninguno de ellos está dedicado a su madre con quien no se habla hace varios años.
La joven se realizó varios de éstos tras estrenarse la docuserie de su madre.
Entre los tatuajes más representativos se encuentra la fecha de nacimiento de su padre en números romanos y que tiene en su hombro. A su vez, en la cadera lleva «20-02-1932», la fecha de nacimiento de su abuelo paterno, Juan, que falleció en 2014; mismo que ha presumido en sus redes sociales al declarar que pese a no ser su mejor tatuaje es el que más significado tiene.
Así mismo, Flores lleva en las muñecas las firmas de sus abuelos maternos Rocío Jurado y Pedro Carrasco; el detalle es que son sus firmas reales y no la artística. Rocío Flores posteó la imagen donde aclaró «son las firmas originales Rocío Mohedano y Pedro Carrasco y el guante de boxeo con el que ganó el campeonato del mundo».
Si bien la joven parece tener un amor especial por la tinta heredado de sus padres, éste también es compartido con su actual pareja Manuel Bedmar, con quien se realizó dos frases en italiano, él en su cuello «Che tutto scorra», y ella en la muñeca «e niente influisca» y que significaría «Todo fluye y nada afecta».
Sumado a estos, se encuentra el primer tatuaje que se hizo en el estudio de Kiko Jiménez, expareja de la tía de Flores, se trata de una calavera en representación al día de los muertos. A su vez, tiene repartido en su cuerpo palabras como Morena, Ohana y Freedom.
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