Después de casi un año como pareja, la doctora especializada en medicina estética: Carla Barber y Diego Matamoros han puesto fin a su relación.
La pareja formada por Diego Matamoros y Carla Barber ha puesto punto y final a su relación, después de casi un años juntos. Aunque ninguno de los dos ha salido aún a confirmarlo y mantienen fotos juntos en sus redes sociales de los viajes que hicieron durante su noviazgo.
Diego Matamoros y Carla Barber: fin de la relación
Su último viaje fue a finales de marzo en Tulum ,México. Así lo compartió Carla en su cuenta de Instagram junto al mensaje: «Inolvidables días junto a ti». En el post se podía ver varias fotografías de la pareja muy enamorada disfrutando de unas vacaciones.
Pero hacía más de un mes que ninguno de los dos había vuelto a hacer este tipo de muestras de forma pública, Diego contó en «Sálvame», que habían dejado de vivir juntos, por lo que varios medios apuntaban a que podrían haberse dado un tiempo.
Durante su relación, Diego subió un post muy inspirador dedicado a su por entonces novia: «Y cuando creías que nada te podía sorprender, de repente el amor más sincero y puro». Contestándole Carla: «Mi corazón sabe que siempre estarás a mi lado. No tengo ninguna duda contigo«.
Fue el primero de junio de 2020 cuando confirmaron su relación de forma oficial, acompañándolo de un imagen : «El mejor regalo de mis 30. Caído del cielo«, escribió la ex concursante de Supervivientes. Mientras que el hijo de Kiko Matamoros hacía lo mismo en su cuenta de Instagram, donde subía una foto con ella besándose y las siguientes palabras: «La vida te sorprende… (estrellas en el universo)».
Se llegó a especular con una posible boda y tener hijos, algo que ambos salieron a desmentir rápidamente, aunque Matamoros dejó la puerta abierta: «Nunca se sabe… ser padre siempre es algo muy bonito«.
Un miembro más
Desde ese día, no han cesado de compartir con sus seguidores fotos juntos y demostrando lo mucho que se querían y que su relación iba en serio. Compartían el piso que ella tenía en propiedad en la capital madrileña, y habían adoptado un perro llamado Togo, un Akita Americano. Definido por la especialista en estética como: «Un perro protector, leal, fiel, alerta, obediente y en el antiguo Japón era considerado un animal majestuoso». Decisión que tomó después del suceso que tuvo en el portal de su vivienda, donde fue víctima de un atraco, «Mi vida no ha cambiado, aunque tomo ciertas precauciones, como un perro pensado para proteger«, explicaba.
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