El diseñador venezolano ,Hannibal Laguna, ha dado unas declaraciones donde asegura que era conocedor del sufrimiento de su amiga Rocío Carrasco.
Hannibal Laguna dio ayer viernes unas declaraciones ante la presa, donde confesó ser conocedor del sufrimiento que su amiga Rocío había tenido durante estos años. De esta manera, el diseñador se ha sumado a la lista de personajes públicos que apoyan el relato que Carraco cuenta en su serie documental.
Hannibal Laguna: testigo del sufrimiento de Rocío
Ha sido tras el desfile que el venezolano hizo en Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, donde ha respondido a las preguntas que los reporteros le hicieron acerca de la docuserie de Rocío.
Laguna afirmó que es espectador puntual y conocedor de gran parte de la historia que se cuenta, señalando que: «Con ellos he vivido momentos importantes de su vida».
Hannibal es amigo y diseñador de cabecera de la empresaria desde hace muchos años, como también lo era de su madre, Rocío Jurado. Por ello se encargó de vestir en actos importantes a la cantante, y conoce a Carrasco desde que era una niña pequeña. Por ello sabe de su entramada vida:
«Conozco de primera mano la situación, y muy satisfecho de que ella pueda contar lo que lleva vivido durante tantos años».
Laguna considera oportuno que Rocío haya hablado cuando lo haya considerado conveniente: «Lo importante es encontrar el momento para contar su realidad», señala.
Siempre presente en su vida
Cuando Rocío Jurado vivía, Hannibal se definía afortunado por poder vestir a una de las artistas de más prestigio del país. De hecho, fue quien diseñó sus trajes para la última gala en la que actuó.
Contrario a muchos medios, define a Fidel Albiac de forma cercana y cariñosa: «Una persona encantadora y maravillosa. Es una persona entrañable y maravillosa».
El diseñador fue el encargado de crear el vestido de novia que Rocío Carrasco llevó en la boda con Albiac, y en 2011 también vistió uno de sus trajes para la boda de su prima Chayo Mohedano con Andrés Fernández. En el mes de julio de 2014, volvió a elegirle para acudir a la boda de su amiga Carmen Borrego, que se casaba con José Carlos Bernal.
