Tamara Falcó, marquesa de Griñón, ha concedido una íntima entrevista a una revista, donde ha confesado que para lidiar con su fama, acude al psicólogo
Ha sido en una extensa entrevista concedida para la revista «Vanity Fair», donde Tamara Falcó ha revelado que la presión mediatica que recibe como consecuencia de su fama, la lidia acudiendo a terapia con un psicólogo. De esa manera mantiene sana su salud mental para poder trabajar en los medios.
Tamara Falcó: la fama y el psicólogo
Dentro de la entrevista se ha sincerado sobre la fama que la acompaña casi desde que nació y reconoce que asistir al psicólo le ha sido de gran ayuda:
«Soy muy fan de las terapias, todos tenemos dudas y vivir es complicado. Tengo un consultor espiritual que cumple una función y el psicólogo cumple otra. Me ha ido fenomenal. Descubres muchas cosas sobre ti misma».
Debido a la fama de sus padres, desde niña siempre ha aparecido en portadas de revistas y en la televisión. En los últimos años ha participado en «MasterChef celebrity», ha sido jurado de «El Desafío» y es colaboradora de «El Hormiguero». Sin embargo, no cree que se le haya subido la fama a la cabeza.
«No, y si lo hiciera supongo que mi familia y amigos me lo dirían. De todos modos, teniendo a mi hermano Enrique, que es lo más llano del mundo, a mami. Lo que he conseguido está por debajo de su ejemplo».
Cuenta además, que a finales de 2016, conoció el otro lado de la fama, pues atravesó un momento de inestabilidad emocional. Confiesa que: “En esa época desayunaba filetes empanados”. Gané 20 kilos, y fue carne de cañón en las RRSS.Lo pasé muy mal». Su dieta le llevó a perder muchos de los contratos que ya tenía firmados con marcas, de las que era imagen hasta ese momento. Algo que por entonces no supo encajar.
«Algunas marcas me dijeron que mi físico no era el que requerían para sus productos. Me penalizaron. Mi hermano, Enrique [Iglesias,no lo comprendía, me decía: “Tamara, ¡no te pueden dejar sin trabajo por haber engordado!».
Dice que llegó a entender que su figura había cambiado, pero nunca consideró que fuera algo ético por parte de las marcas.
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