El rey emérito: Juan Carlos I, habría consultado con un despacho de abogados especializado en divorcios. Y así planear una boda con Corinna.
Según se ha podido saber, el dinero que Juan Carlos I transfirió a la cuenta de Corinna Larsen, se realizó para poder sufragar los gastos de su convivencia, en la que existía unos futuros planes de boda. 65 millones de euros que la princesa se negó a devolverle al rey emérito cuando rompieron.
Corinna y Juan Carlos I : sus planes de boda
De esta forma se ha justificado el traspaso del dinero que Juan Carlos le hizo a Corinna en el año 2012, y que procedía de un regalo que el rey saudí le hizo al rey emérito.
Dinero que un principio se tildó por parte de ella como «regalo de gratitud», en la época en la que fueron amantes.
En agosto del año pasado, Corinna concedió una entrevista para la BBC donde contó que su padre la llamó en el 2009 para decirla que Juan Carlos I, había pedido su mano. Hecho que la alemana explicó en la entrevista afirmando que:
«Quería que mi padre supiera que iba en serio conmigo. Pensé que podría desestabilizar la Monarquía y por eso nunca llegué a perseguir la idea de la boda. Sólo lo tomé como una prueba de la seriedad de la relación».
Sin embargo, el único testigo que podría confirmar esa llamada, Finn Bönning Larsen, falleció ese mismo año. Fuentes cercanas a Juan Carlos I aseguran que era la propia Corinna la que presionaba al rey español, para que rompiera con doña Sofía, con quien hacía décadas no hacía vida.
Fue entonces cuando afirman que el rey consultó un despacho de abogados especializado en divorcios, pues se planteó la posibilidad de poner fin a su matrimonio de más de 40 años.
Aquel hecho encendió las alarmas en el Gobierno de Zapatero, y en el posterior de Rajoy, quienes consideraban la relación de Juan Carlos I y la exprincesa como un asunto de Estado.
Percance el Botsuana
El accidente que Juan Carlos I tuvo mientras cazaba elefantes en Botsuana, en abril del 2012, precipitó los acontecimientos. Ya que en el viaje de vuelta, Corrinna solicitó que el avión fuera hasta Mónaco para dejarla, hecho que derivó en un gran enfrentamiento con la Casa Real. Finalmente el deseo de la alemana no se llevó a cabo, y viajó con el rey hasta Madrid, entonces se publicó que eran amantes.
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