Dulceida no tiene problema en reconocer ante sus seguidores sus retoques estéticos. El último ha sido ponerse bótox y esta muy contenta.
Dulceida es la excepción a la regla, en lo que a retoques estéticos se refiere. La influencer ha querido compartir con todos sus seguidores mediante los stories de su Instagram, que se ha puesto bótox, y que esta muy feliz con ello.
Todo un ejemplo de que para ella no es un tema tabú.
Dulceida cuenta sus retoques
Cuenta ya con casi tres millones de seguidores, y por ello ha querido contar abiertamente todos los retoques que lleva haciéndose hace tiempo en el rostro, anticipándose además a las posibles preguntas que los fans la harían sobre el asunto.
Dulceida ha confesado que la primera vez que se hizo un retoque fue hace un año y medio, y decidió quitarse las ojeras, que afeaban sus ojos. Reconoce estar encantada, el tratamiento consiste en meter ácido hialurónico en la zona, y así se rellenan los surcos que se forman debajo de cada ojo, de esta manera desaparecen.
“Durante el año voy a revisiones y hoy me he puesto bótox. Ya sabéis que yo lo digo”
La influencer no se ha querido callar los detalles, y reconocido que no entiende por qué los retoques deben ser un tema tabú, como si lo son para muchas otras famosas que están de actualidad, aún así ha dejado claro que: “Ya sabéis que cuando la gente se hace retoques, que se notan mucho más, no lo dicen. Todo el mundo puede hacer lo que le de la gana, que para eso es su vida”, aclaraba.
Reconoce que no se ha tocado otras zonas, que están ahora de moda como son los labios o los pómulos, y que si lo hiciera no tendría problema en contarlo. Dice que cuando la mujer se hace mayor, sabe sacarse más partido, y que ahora ella se ve mucho mejor que antes.
“Siempre digo que todo el mundo se haga lo que quiera, siempre que lo hagan en un buen doctor y sea por ellos mismos, no por querer parecerse a nadie”
Reducción de pecho
Uno de los secretos que Dulceida había desvelado hace tiempo fue su complejo de pecho, ya que de pequeña veía como todas las niñas tenían poco o nada de pecho, mientras ella tenía mucho. A parte de que alguien se encargó de recordárselo apodándola ‘ Aída la tetona’.
Por lo que cuando fue mayor de edad, decidió hacerse una operación para reducir el tamaño de su pecho. Un paso que decía era lo mejor que había hecho en su vida, y de lo cual jamás se arrepentiría.
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