George Clooney es a los 2000 lo que Cary Grant fue a la década de los 50: un hombre clásico, elegante y atemporal capaz de dignificar cualquier producción en la que participe.
A no ser que estés a punto de tirar por la borda tu carrera al interpretar al Batman más ridículo de la historia del superhéroe.
Pocos podrían escapar de tal tropiezo, pero claro… pocos son George Clooney, un actor que si bien no es versatil ya ha demostrado en múltiples ocasiones que puede ser un gran actor (al que prefiero en Up in the air o Michael Clayton que en su oscarizada interpretación de Syriana, todo sea dicho).
Clooney es la gran estrella de El americano, una cinta de acción con toques dramáticos con la que debuta el director de videoclips Anton Corbjin, cuya única película hasta el momento fue Control, el atípico biopic del cantante Ian Curtis.
Hace dos años descubría la brutal y divertidísima Escondidos en Brujas, una comedia muy negra en la que dos asesinos a sueldo debían esconderse en la ciudad belga después de cometer un grave error.
En una línea narrativa similar pero con uno tono más clásico y dramático, El americano cuenta la historia de un solitario asesino que se recluye en Italia hasta que le avisan para el que será su último trabajo.
¿No hay siempre en las películas de espías, asesinos a sueldo o ladrones un “último trabajo” que siempre acaba como el rosario de la aurora? El americano parte de un guión de Rowan Joffe, cuyos trabajos más conocidos son la aplaudida cinta de terror 28 semanas después y el drama independiente Last Resort, ganador de premios en numerosos festivales.
Versitalidad demostrada por el escritor de una película en la que habrá cabida para el drama, la acción e incluso hasta para el romance.
El americano se estrena en España el 17 de septiembre, dieciseís días después de su aterrizaje en las salas norteamericanas.
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