Tras su desaparición en la mañana de ayer durante la practica del senderismo, un equipo de rescate encontró el cuerpo si vida de la montadora en la zona del Observatorio Griffith, en un día en el que el centro de Los Ángeles registraba la temperatura más alta desde 1877.
No se descarta que el calor tuviera algo que ver en su repentino fallecimiento aunque las causas reales todavía no se conocen.
Aunque su primer trabajo fuera la comedia romántica independiente Cold Feet de 1983, no sería hasta 1990 cuando su nombre llegó a una gran producción de Hollywood, la primera aventura cinematográfica de Las Tortugas Ninja.
Un par de años después llamaba a su puerta un joven e impetuoso nuevo director con lo que sería Reservoir Dogs bajo el brazo para que Sally Menke aportara su visión y su pericia femeninas a una cinta por completo masculina.
Desde entonces la montadora no ha faltado a la cita en ninguna de las ocho ocasiones más en las que Quentin Tarantino ha construido alguno de sus iluminados rompecabezas, llegando a acumular en el camino nominaciones a los Oscars de la academia por Pulp Fiction y Malditos Bastardos.
Entre medias otros no menos importantes directores la elegirían para dar forma a sus creaciones como Oliver Stone en El cielo y la tierra o Lee Tamahori en Mullholand Falls.
En este clip extraído de los contenidos adicionales de Death Proof podréis escuchar al propio Tarantino sobre la relación que mantenía con su editora, lo que esperaba de su buen hacer con la moviola y podréis ser testigos de uno de sus divertidos juegos durante los rodajes: Obligar a los actores a saludar a Sally desde el set.
Sin duda alguna el director va a tener muy dificil la elección de un nuevo montador cuando decida acometer su próximo trabajo.
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