Twelve es de esas películas que no tienes muy claro que pintan en el festival de Sitges, pero que agradeces a la organización su inclusión, porque entre tanto cine europeo sesudo, sienta bien un poco de drama adolescente americano sin complicaciones, y Joel Schumacher nos lo ha sabido ofrecer a la perfección.
Un yonki incapaz de asumir la muerte de su madre, una buena estudiante adicta a las drogas, un niño rico envuelto en un asesinato y mucho pijo de instituto rodeado de fiestas es la tónica de la nueva película de Joel Schumacher, que se mueve entre la serie Gossip Girl y la película que presento Roger Avary en Sitges, Las Reglas del Juego.
Twelve ha sido muy bien recibida en este festival de Sitges 2010, teniendo como mayor crítica, lo poco que tiene que ver con el fantastico.
Si olvidamos este detalle, la película tiene un ritmo estupendo y unos personajes que desde el principio te harán empatizar u odiar.
Por fin Schumacher acierta al escoger su proyecto y nos ofrece una película para pasar un buen rato.
Fotografía