Super es una película que llegaba a Sitges sin demasiadas expectativas, y ha sido una grata sorpresa encontrarnos con esta comedia negra con las dosis justas de sangre y humor, y donde los actores ayudan a que la película no quede en el anonimato, estacando el divertido papel de Ellen Paige.
Frank (Rainn Wilson) es un perdedor al que todo en la vida le ha salido mal, menos conocer a su mujer (Liv Tyler), pero ella empieza a perder el interés por su matrimonio y le abandona por un criminal local (Kevin Bacon).
Este será el desencadenante para que Frank intente convertirse en un superhéroe acompañado de la entregadísima dependienta de una tienda de cómics, Libby (Ellen Paige).
Súper ha sido muy bien recibida en el festival y sin ser una película de gran factura, si que ha dejado muy buen sabor de boca entre el público.
Una muy buena alternativa a los que se les quedó corta Kick Ass.
Fotografía
