Salvo sorpresa de última hora, Salidos de cuentas pertenecerá a ese grupo de películas fieles de las que vale más la suma de sus partes que el todo, cinematográficamente hablando.
La superestrella Robert Downey Jr.
y la suma Todd Phillips – Zach Galifianakis, el director y la sorpresa de Resacón en Las Vegas, son nombres demasiado importantes y actuales para que la película pueda pasar desapercibida por las carteleras cuando se estrene el próximo 5 de noviembre.
Downey interpreta a un exitoso y controlador arquitecto con ciertos problemas de agresividad, mientras que Galifianakis es irritante e irresponsable, además de que no le importa ser alérgico a las comidas que le encantan: para él hay prioridades.
Estos son los personajes principales de una historia típica pero con posibilidades en manos de un director que ya ha demostrado en varias ocasiones que se le dan bien las comedias de treintañeros peculiares y un tanto extremos (Aquellas juergas universitarias sería un buen ejemplo), aunque aquí el mérito o las culpas recaerán también en los otros tres guionistas que firman la película con él.
Aunque la película acabe estando a la altura de los simpáticos promos y trailers, queda claro que Salidos de cuentas es un proyecto de transición antes de que Phillips y Galifiankais estrenen la esperada secuela de Resacón en Las Vegas, que se encuentra en estos momentos de rodaje en California y Thailandia y que ha sido noticia recientemente por fichar a Liam Neeson para un celebrado cameo que iba a ser interpretado por Mel Gibson.
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