El diablo viste de Prada sorprendió a público, crítica e industria.
Sin ser nada del otro mundo, fue capaz de construir una buena película accesible para los fans de las comedias más convencionales, pero también para aquellos un poco más exigentes, gracias un notable guión y, sobre todo, al papel e interpretación de una sublime Meryl Streep.
Eso está muy bien, pero que Morning Glory se esté promocionando como “de la escritora de El diablo viste de Prada” es cuanto menos sorprendente, especialmente cuando el director es el de Notting Hill, Roger Mitchell.
La película llega a las salas de nuestro país el 21 de enero, combatiendo contra los estrenos oscarizables que inundarán los cines en esas fechas.
En Morning Glory la canadiense Rachel McAdams hereda el papel protagonista al dar vida a una aspirante a productora de programas de noticias, que intenta salvar un famoso programa matinal a la deriva mientras aguanta a su diva presentadora y contrata a un complicado periodista caído en el olvido.
Diane Keaton será la presentadora, Harrison Ford el periodista y Patrick Wilson el novio que tiene que lidiar con el nuevo trabajo de su pareja.
En definitiva se puede decir que, salvo sorpresas, a quién le gustase la película de Anne Hathaway y Meryl Streep, disfrutará de lo lindo con Morning Glory, una película intentará demostrar que se pueden seguir viendo comedias relativamente ingeniosos, bien escritas e interpretadas en el cine de hoy en día.
Que no es poco.
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