El brutal carisma desplegado por Jennifer Aniston en la inolvidable Friends llevaría a pensar que la actriz vale para algo más que ser la comparsa de Adam Sandler en una comedieta como Just go with it, pero entonces lo que tendríamos que hacer es olvidarnos de la mediocre carrera posterior de la ex mujer de Brad Pitt: diez años de comedias románticas más o (generalmente) menos graciosetas olvidadas un par de semanas después de su estreno.
Dennis Dugan repite como director en un proyecto de Sandler después de los grandes éxitos de taquilla de Un papá genial, Os declaro marido y marido, Zohan.
Licencia para peinar y la más reciente Niños grandes.
Obras maestras no harán, pero desde luego tienen tomada la medida a la taquilla.
Just go with it se estrena el 11 de febrero en 2011.
El film gira en torno a un cirujano plástico que contrata a su ayudante para que finga ser su ex esposa con el fin de encubrir una mentira descuida que dijo mientras romanceaba con una profesora mucho más joven.
Son los riesgos que conlleva llevar siempre un anillo de mentira para hacer creer a las mujeres que estás atravesando un cruel matrimionio.
El cirujano se ve atrapado en una espiral de mentiras que no tendrá fin, hasta el punto de que los hijos de la asistente se involucran y todos se van de un fin de semana en Hawai que cambiará toda su vida.
Lo peor de una película que ni siquiera intenta ser mínimamente original (no lo necesita porque su público no lo demanda) es que parece un nuevo vehículo al servicio de Sandler, ignorando a una coprotagonista que, pese a no tener el mejor criterio del mundo, ha demostrado en múltiples ocasiones que domina el timing cómico a la perfección.
Además, llama la atención que Nicole Kidman no aparezca en ningún momento del trailer a pesar de tener un rol secundario en la cinta como una antigua enemiga de la universidad del personaje de Aniston y a la que se encuentran en Hawai.
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