Parece que fue ayer cuando la Warner Bros.
desató la polémica cuando anunció que dividiría Harry Potter y las Reliquias de la Muerte en dos vólumenes para no dejarse nada fuera con el consiguiente pago doble de la entrada.
La estrategia, cómo poco cuestionable, tiene sentido si ignoramos el hecho de que Las reliquias de la muerte no es ni mucho menos el libro más largo de la sga (ese honor recae sobre La orden del fenix).
Al menos nos quedamos con el consuelo de que la batalla de Hogwarts será plasmada tal y cómo se merece.
Independientemente de tener que esperar un poco más para ver el final la verdad es que ya sólo quedan 16 días para que se estrene la primera de esas partes.
La barrera de los 974 millones de dólares recaudados en todo el mundo por Harry Poter y la piedra filosofal son aún hoy el techo financiero de una saga aunque la brutal campaña publicitaria y las expectativas del público ante el desenlace permiten al estudio soñar con la ansiada cifra de los 1000 millones de recaudación mundial.
En su contra la película, firmada una vez más por David Yates, no podrá contar con los ingresos adicionales previstos por el alquiler de las gafas de tres dimensiones: la Warner decidió dejar el 3D para la segunda parte de Las Reliquias de la muerte, que llegará a las salas el 15 de julio de 2011.
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