El boxeo es el deporte cinematográfico por excelencia.
A él le debemos grandes películas y / o interpretaciones como las vistas en Toro Salvaje, Rocky, Huracán Carter, Million Dollar Baby o tantas otras que han visto el deporte que hizo grande a Mohammed Ali como una rica fuente para contar historias.
Mark Wahlberg es ahora el afortunado que dará vida al boxeador irlandés Mickey Ward en The Fighter, una película basada en una historia real que llegará a las salas americanas el 10 de diciembre con muchas posibilidades de estar en la noche de los Oscar.
Christian Bale ya suena como el gran favorito en la carrera de mejor actor secundario por el papel de Dicky, un ex-boxeador convertido en entrenador que consiguió escapar del mundo de las drogas y el crimen, en una nueva demostración de que el último Batman no tiene problema en alguno en hacer lo que sea con su físico para apoyar la historia que están contando.
El protagonista de la historia es Ward, un pequeño boxeador considerado como un gladiador de los junior welter y con una trayectoria inverosímil y complicada que acabó con él como campeón del mundo de los pesos ligeros.
Melissa Leo (Frozen River) y Amy Adams (Encantada) dan vida a su madre y su novia, respectivamente.
Independientemente de si te gustan o no las películas de boxeo o las historias basadas en hechos reales, la verdad es que The Fighter tiene una pinta fantástica, algo reforzada por las excelentes críticas que ha tenido la película a su paso por los festivales de Toronto o Telluride.
Si es que estoy hasta dispuesto a perdonar a su director David O.
Russell, uno de los cineastas con la peor prensa de toda la industria (es lo que pasa cuando vejas a tus actores en el rodaje) y con la horrible comedia independiente Extrañas coincidencias en su expediente.
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