Si hay una película española que tengo ganas de ver, por puro masoquismo, es Propios y Extraños, el filme de Manolo González protagonizado por Jordi Vilches.
¿La razón? El propio Vilches dijo en el festival de Málaga que la película era una mierda, y, ante tal despropósito comercial, es la típica película que hay que ver sí o sí.
Se estrenará esta semana, con copias ínfimas, y no veo la hora de recuperarla un tiempo después.
Lo que tiene ser amante del cine basura.
Si la película es, efectivamente, una mierda, no será por culpa de Manolo González, el director, que ha pasado cinco años para hacer su película y en los que se ha enfrentado a cambios repentinos de actores, de guión, de localización (de Madrid a Buenos Aires)… Y, la verdad, viendo el tráiler se nota que ha habido problemas, porque cumple punto por punto el prototipo de película española del que tanto se supone que nos intentamos alejar.
Maltrato, tetas, adolescentes unineuronales, más tetas, prostitutas, sexo… Todo ello con el telón de fondo de un programa de radio al que llamarán los protagonistas y que unirá las historias.
Entre los actores, además del susodicho Vilches, tenemos a Elena Ballesteros (La Habitación de Fermat) y Alberto Jiménez (El Bola) en un drama coral que, esperemos, resulte mejor de lo que uno puede intuir por las palabras de Vilches y por el algo tristón tráiler que podemos ver ahora.
La historia tiene potencial, pero todo parece indicar que la mala labor del tipo que hizo este anuncio puede lastrar el filme.
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