El australiano Stuart Beattie es de los pocos guionistas que, con menos de cuarenta años, tienen en su currículum éxitos del calibre de G.
I.
Joe, la primera Piratas del Caribe o el sensacional thriller Colateral.
Claro que será mejor olvidar que él también fue el autor de los libretos de fracasos como 30 días de oscuridad, Sin control o el Australia de Baz Luhrmann.
Harto de las clásicas decepciones en las carreras de los guionistas (cuya falta de control sobre sus proyectos es tremendamente dolorosa, dicen), Beattie se pasa a la dirección con Mañana, cuando la guerra empiece, una juvenil cinta de acción y ciencia ficción rodada en su país de origen con medios más humildes y un look que recuerda al remake de The Crazies.
Mañana, cuando la guerra empiece está basado en el best seller homónimo, un relato australiano que sigue a un grupo de ocho amigos de cuyo viaje de carretera se dramática y repentinamente interrumpido cuando llega una guerra que nadie vio venir.
Separados de sus familias y sus amigos, los jóvenes lucharán de una manera extraordinaria por aprender a escapar, sobrevivir e incluso defenderse cuando sea necesario.
Como no podía ser de otro modo, el propio Beattie es el encargado de adaptar la exitosa novela de John Marsden.
Con un arranque que recuerda a propuestas como Monstruoso o Skyline (que alguien me explique por qué todas las pequeñas películas de catástrofes empiezan ahora con una fiesta de amigos), Con su primer trailer, Mañana, cuando la guerra empiece no deja muy claro si podemos esperar de ella algo más que un correcto entretenimiento en el que por fin podremos ver a los jóvenes del mundo ponerse en pie de guerra ante una injusticia.
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