Muchos se quedaron de piedra cuando Halle Berry ganó el Oscar allá por 2003.
Probablemente porque no habían visto Monster’s Ball, una interpretación extraordinaria y desgarradora que fue capaz de derrotar a dos grandes como Sissy Spacek (En la habitación) y Nicole Kidman (Moulin Rouge).
Tras años en los que la actriz se ha limitado a aparecer en proyectos que le garantizasen un jugoso cheque (con la excepción de la independiente Cosas que perdimos en el fuego, con Benicio del Toro), Berry producirá y será la protagonista de Frankie and Alice, una produccción del desconocido Geoffrey Sax que se estrenará el 17 de diciembre en Estados Unidos, justo a tiempo para entrar en la carrera de premios.
La película está inspirada en la verdadera historia de Frankie Murdoch y cuenta la vida de una joven mujer que lucha contra el trastorno de personalidad múltiple, una enfermedad en la que su propio ser es invadido por una mente racista que se está apoderando de ella, a principios de los años 70 en la ciudad de Los Angeles.
Habrá que esperar al primer trailer de la película para poder tener una visión más objetiva, pero con las primeras imágenes del film queda claro que Berry se ha construído ella sola una película para recuperar la gloria perdida, especialmente después de lograr el indeseable Razzie por su papel en la horrible y a la vez ya mítica Catwoman.
Stellan Skarsgård (El indomable Will Hunting), Matt Frewer (Watchmen) y Chandra Wilson (Anatomía de Grey) completan el reparto de la cinta.
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