Viendo la soberbia Los Muertos Vivientes, ocurrió una escena francamente inesperada para un espectador minimamente avispado: El grupo, antes de apalear a un zombie, cogio su cartera, leyó su nombre, dijeron una frase en plan “Era un hombre antes de convertirse en esto”.
El género zombie había vuelto a conocerse a sí mismo, de una manera algo forzada pero brillante de todas formas.
Ahora, Danger.
Zombies.
Run nos viene a mostrar que el cine ya sbe que el género zombie ha llegado a unas cotas en las que todo parece contado, pero que, por suerte, se puede parodiar.
En esta ocasión veremos un brillante ejemplo de cine dentro del cine.
Mientras un grupo de directores amateur ruedan una película de zombies, un grupo de muertos vivientes les ataca.
Calificada como un soplo de aire fresco, la película se subtitula a sí misma como “Una comedia filosófica zombie”.
Nadie puede negar que la cosa promete.
Máxime cuando el director es el autor de Eat, un musical sobre zombies.
Se ve que está puesto en el mercado y que poco le importa hablar de los zombies de forma seria, como lo haría Kirkman.
Ahora que el género está en boca de todos, hay quien sabe darle la vuelta y hacer algo original.
Se merece, cuando poco, un aplauso, ya que tampoco creo que su película vaya, siquiera, a recaudar lo suficiente para cubrir gastos.
Es lo que tiene el cine indie de zombies.
Vía
La biografía de Chad Boyce que había muerto trágicamente en el set de la serie de televisión Los 100.
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