Qué miedo me da Red Riding Hood.
Tras ver el primer trailer de la cinta, es obvio que la nueva aproximación a la historia de la mítica Caperucita Roja está dirigida básicamente a los espectadores que han hecho de Crepúsculo una saga multimillonaria.
No obstante, Catherine Hardwicke, la primera cineasta en llevar el romance de Edward y Bella a la gran pantalla, es la elegida para dirigir la romántica y gótica versión del clásico de los hermanos Grimm.
En Warner Bros.
parecen haberse olvidado de que la directora fue despedida de la saga vampírica por su cuestionable puesta en escena: la directora es la principal responsable de que la película llegue a las salas españolas el 22 de abril.
En la adaptación escrita por David L.
Johnson (La huérfana), la nueva Caperucita tendrá toques góticos y de terror y estará centrada en un triángulo amoroso de tres adolescente y los misteriosos crímenes que asolan la comunidad.
El parecido es tan obvio, que hasta resulta insultante en cierto modo.
Amanda Seyfried sigue comprando papeletas para ser una futura estrella hollywoodiense al hacerse con el papel central, aunque estará acompañada por los jóvenes y desconocidos Max Irons (Dorian Gray) y Shiloh Fernandez (Jericho) como sus objetos de deseo.
Los veteranos Gary Oldman, Virginia Madsen y Julie Christie cobrarán un jugoso cheque al mismo tiempo que intentarán dar un poco de pedigree de una produccción con una trama de misterio que girará en torno a los brutales crímenes cometidos por un lobo en un área rural norteamericano.
El parecido (tanto en el fondo como en la forma) es muy fuerte, debo insistir.
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