Que el influyente Saturday Night Live dedique un sketch a Cisne Negro demuestra el sorprendente impacto que está teniendo la película de Darren Aronofsy al otro lado del Atlántico.
En el episodio más visto del programa desde la aclamada intervención de Betty White el pasado año, el canadiense Jim Carrey protagoniza una hilarante versión del baile sobre el que se erige una de las grandes películas del 2010 y una de las indudables candidatas en las categorías reinas en la próxima edición de los Oscar.
La película protagonizada por una, dicen, inconmensurable Natalie Portman está en el número 5 de la taquilla americana seis semanas después de su estreno y con un acumulado de 62 millones de dólares, muy superior a los 13 en los que está fijado su presupuesto sin contar la promoción.
Quién nos iba a decir hace tan solo unos meses que una producción tan radical como esta iba a gustar tanto a tanta gente.
Por su parte, Carrey vuelve al Saturday Night Live más de catorce años después de hacer historia con su participación en el programa, con una intervención que ha sido recordada desde entonces como uno de los mejores momentos en la historia del más importante programa de humor de la televisión norteamericana.
El mismo del que han salido Tina Fey, Will Ferrell, Eddie Murphy, Bill Murray y tantos otros otros en los últimos años.
Eso, señores, no es moco de pavo.
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