Tras dar la campanada en 2006 con el drama Totsi, Sudáfrica vuelve a la carga en la lucha por el Oscar a la mejor película extranjera con Life, above all.
Dirigida por el debutante en cine Oliver Schmitz la película nace como adaptación de una novela premiada dentro y fuera de su país como Chanda’s Secrets, obra de Allan Stratton.
En la polvorienta pequeña ciudad de Elandsdoorn, una villa sudafricana no muy lejos de Johannesburgo, la vida es sencilla y serena.
Una joven que lucha con el miedo y la vergüenza que han envenenado su comunidad en la que prevalece un sentimiento de profundo orgullo que une a todos… menos a los que salen de la línea (Sinopsis oficial).
Muchos son los expertos que apuestan porque Sudáfrica conseguira su tercera nominación en siete años gracias a una película que conquistó a los espectadores en Cannes, entre ellos el periodista Roger Ebert.
El factor emocional de la película más emotiva vista en el exigente festival francés puede acabar impulsando al país africano en un año que no parece haber grandes favoritos.
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