Me encantaría poder afirmar lo contrario pero, desde los tiempos del inolvidable Berlanga, el cine español ha fracasado una y otra vez en sus intentos por hacer cine coral.
Películas como 7 minutos, Kilómetro cero o la reciente 18 comidas demuestran que o bien no sabemos cómo hacer estas películas o bien al público no le interesan.
O las dos cosas.
El cineasta Enrique Gabriel lo intentan una vez más con Vidas pequeñas, un drama que llega a las pantallas españolas el 18 de marzo después de su paso sin pena ni gloria por el último festival de cine de Valladolid, la prestigiosa Seminci.
Las deudas han llevado a la famosa Bárbara Helguera a aislarse en un cámping a las afueras de Madrid.
Allí convivirá con gente corriente, con buscavidas y con artistas anónimos, con esas “vidas pequeñas” que transcurren, plácidas o atormentadas, lejos del mundanal ruido (Sinopsis oficial).
Con una sinopsis que dice tan poca cosa y un trailer correcto pero no demasiado inspirador, la carta en la manga de Vidas pequeñas es su notable reparto, lleno de caras solventes y talentosas sin ser demasiado estrellas: Roberto Enríquez, Ana Fernández (los personajes con más peso de la historia, dos actores que ya coincidieron el thriller Sé quien eres), Ángela Molina, Emilio Gutiérrez Caba, Asunción Balaguer y Alicia Borrachero destacan en un gran elenco de intérpretes.
Mucho me temo que no será suficiente para llamar la atención del gran público…Leer más sobre Vidas pequeñasVía
La biografía de Clay Virtue, trabajador que murió trágicamente mientras todavía trabajaba en el set de la serie Los 100.
El hijo del actor Javier Gutiérrez, es Mateo, un pequeño de once años con capacidades especiales que ha demostrado ser un campeón.