Este parece ser un gran año para Natalie Portman.
Cuando parece que podría tenerlo muy claro para hacerse con la estatuilla del Oscar como mejor Actriz en la gala del próximo domingo por su papel en Cisne Negro, no para de recibir loas y parabienes de todo el mundo.
Y no es raro que sea la cara visible de una campaña de Dior que tiene como directora a otra de las grandes del cine americano, Sofia Coppola.
No es extraño que los cineastas se atrevan con estas pequeñas piezas publicitarias, que buscan el renombre de un director “de los grandes” para darle más caché al anuncio.
No hay que olvidar el anuncio de Victoria’s Secret que firmó en su día Michael Bay, todo espectacularidad y bellezas.
Belleza tiene también este del que hablamos, aunque el estilo es radicalmente diferente.
Igual que ocurre con sus películas, Coppola ha puesto la sensibilidad al serivicio del perfume y Natalie sabe como moverse para conseguir la ambientación de intimidad, sensualidad y glamour que busca la marca.
¿Por qué no pueden los demás directores de anuncios de perfumes tener esa categoría? Ah, porque no tienen a la Portman.
Eso será.
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