¿Cómo sabes si…? necesita que desde hoy mismo España confirme el tirón de las producciones llenas de estrellas si algún día quiere recuperar sus 120 millones de dólares de inversión.
El problema de la película de James L.
Brooks es que, con la excepción del gran Jack Nicholson, ninguno de sus protagonistas principales (Reese Witherspoon, Paul Rudd y Owen Wilson) tiene el reclamo de un Johnny Depp capaz de convertir en un éxito español a una película tan mala como The Tourist.
A no ser que se de un milagro en Europa, las cabezas en Sony / Columbia pueden empezar a rodar muy pronto.
Cualquiera diría escuchando las entrevistas con Brooks y sus actores que ¿Cómo sabes si…? es una película de qualité e imprescindible para los cinéfilos.
En realidad no entiendo qué necesidad hay de embellecer y engrandecer una historia tan sencilla (y potencialmente efectiva) como esta cuando está claro que hay público para producciones para estas carácterísticas.
El problema de querer engañor a los más exigentes es que puedes acabar dejando de lado el que es tú público natural: el consumidor de comedias románticas.
Witherspoon da vida a una deportista al borde de la retirada que se debate entre el amor de dos hombres: un mujeriego jugador de beisbol y un economista investigado por el FBI.
Y no hay más vuelta de hoja, una pena si tenemos en cuenta que tras las cámaras y la máquina de escribir (Brooks es de otra generación) está el responsable de grandes clásicos del mainstream sentimentaloide como Mejor… Imposible y La fuerza del cariño.
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