Hanna es un curioso y fascinante paso en la carrera de Joe Wright con el que intentará dejar atrás la fama de clásico y tradicional que ha podido ganarse con películas tan clásicas y brillantes como Expiación y Orgullo y Prejuicio.
Como ya es costumbre en sus películas, lo nuevo de Wright viene acompañado por un reparto de campanillas: la prodigiosa adolescente Saoirse Ronan, Cate Blanchett y Eric Bana lideran el casting de un thriller que, con o razón o no, recuerda inevitablemente al León (El profesional) de Luc Besson.
El 10 de junio será la fecha en la que comprobaremos si esas comparaciones tienen sentido alguno.
La protagonista de esta llamativo thriller británico no es una chica común.
Criada por su padre, un ex-agente de la CIA en lo más lejano de Finlandia, ella tiene la fuerza, la resistencia y el instinto agudo de un soldado.
Enviada por su padre al mundo en una misión, Hanna viaja a hurtadillas por África del Norte y Europa mientras elude a agentes y matones clandestinos quienes reportan a una despiadada espía con secretos que no quiere que salgan a la luz.
Los 35 millones de dólares recaudados en Estados Unidos son una cantidad excelente para esta especie de Jason Bourne adolescente que no tiene problema en ser violento cuando la trama lo exige, haciéndolo en todo momento desde una perspectiva dramática y realista que poco tiene que ver con Kick Ass (otra película con niña violenta y guerrera que pudimos ver hace tan solo unos meses).
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