Si os digo que hay una remotísima posibilidad de que Pixar no estrene Cars 2 el 24 de Junio en Estados Unidos me llamaréis loco, pero es así por culpa de una demanda de un tal Jake Mandeville-Anthony (tipo que ni siquiera sale en la IMDB y que se refiere a sí mismo como “guionista independiente”, lo que quiere decir que no ha hecho ni un corto), que dice que Pixar le robó la idea de Cars de un guión que él escribió en los años 90.
Ya sabéis, porque Pixar necesita robar ideas de coches que hablan.
El guión original que el tal Mandeville-Anthony trata de vender como objeto del plagio es Cookie & Co, un guión en tres partes basado en la vida real que trata de las aventuras del conductor Michael Owen Perkins, que en 1988 ganó una carrera, y otro llamado Cars, que incluía un pequeño tratamiento junto con 46 descripciones de coches animados, diez personajes dibujados y un plan de marketing y merchandising.
El buen hombre lo envió a un buen montón de compañías, incluyendo Disney, y a Jim Morris, un ejecutivo de Lucasfilm que ahora trabaja con Pixar.
Por supuesto, ahora espera que con semejante tontería, Pixar le ofrezca millones por su idea o que, como castigo, consiga parar el inminente estreno de Cars 2.
Para ello, Mandeville-Anthony dice que hay “una larga lista de similitudes entre los personajes en ambos trabajos”.
¿No queréis saber cuáles son sus irrefutables pruebas?“Los dos guiones tienen personajes llamados Stanley modelados con un modelo T Ford.
Ambos tienen personajes modelados desde un coche deportivo James Aston Martin.
Ambos presentan camionetas rotas, doctores como figuras autoritarias, italianos, coches ricos y podría seguir”.
Me gustaría decir que tiene sentido, pero si Pixar fuera a copiar un guión, supongo que al menos cambiaría el nombre de todos los personajes y las nacionalidades estereotipadas.
Por supuesto esto no es nuevo en Hollywood.
Ocurrió con Kung-Fu Panda y ocurrirá con más películas.
Ahora bien, ¿por qué no intentar parar la primera parte? ¿Por qué ir directamente a por la segunda? Algo me dice que este hombre es el típico que registra ochocientos guiones al año y que, oh casualidad, se siente ultrajado cuando ve en una película una historia de amor parecida a la que él había escrito.
¿Coches que hablan? No lo inventó Pixar.
Pero tampoco Mandeville-Anthony.
Veremos ahora qué opina el juez.
Leer más sobre Cars 2Vía
