Su más que decente elenco de secundarios (Helen Mirren, Jennifer Garner, Nick Nolte) no consigue hacernos olvidar que un remake como el de Arthur, el soltero de oro carece de sentido alguno.
El realizador televisivo Jason Winer (Modern Family) debuta en el campo de los largometrajes con una comedia que llegará a los cines españoles el próximo 3 de junio con el inglés Russell Brand como estrella absoluta de la función.
Para bien o para mal, eso dependerá de lo que piensen los espectadores de un cómico que polariza tanto como este.
Irritante e innecesaria son algunos de los crueles adjetivos que le dedica la web RottenTomatoes a una película que tenía que enfrentarse al grato recuerdo que hay en la memoria colectiva de una película original que en 1981 enamoró a las audiencias y críticos al mismo tiempo que conquistaba a la Academia de Hollywood, que le reconocía en cuatro importantes candidaturas conviritiendo a la película de Dudley Moore en una de las pocas comedias en recibir tal recibimiento de la tradicionalmente conservadora Academia.
Si bien la película no ha terminado de convencer del todo a nadie, lo que ha acarreado una crítica unánimamente negativa es el trabajo de Russell Brand.
Confirmando los temores que comenté en varias ocasiones durante los últimos meses, todo apunta a que el actor inglés es mejor secundario que protagonista: sus tonterías y excesos varias acaban lastrando un producto que se podría haber beneficiado de un personaje más principial menos extravagante y cargante.
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