Si el cine británico no suele tener muy buena acogida en Estados Unidos, el irlandés, ni te cuento. Es otra manera de hacer cine, más pausada y diferente a lo que están acostumbrados. Así que es un acierto poner a un actor americano a trabajar en una cinta irlandesa.
Y más, si es Don Cheadle (Iron Man 2), quien interpreta a un agente del FBI de color que es enviado a la Isla Esmeralda para ayudar a la policía en una investigación. Su compañero será el Sargento Doyle, interpretado por Brendan Gleeson y el choque de culturas está preparado en The Guard, que ya pudo verse en Sundance y que ahora llega al mercado americano.El sargento es un hombre rudo, irlandés de pura cepa, y como él dice, el racismo es parte de su cultura.
Así que el sufrido agente no solo tendrá que lidiar con la investigación, sino también con los prejuicios de los vecinos del pueblo al que va a caer. Mientras, los malos van haciendo lo suyo y el tiempo apremia. Lo curioso es descubrir quien es el malo de esta película. Mark Strong vuelve a ser el villano a batir, y parece que se va a quedar en esos papeles por mucho tiempo, porque los borda.La química entre los dos actores protagonista es la ideal. Las diferencias son tantas que acaban cuadrando y aunque no se soportan, terminarán siendo buenos compañeros. Es lo que suele ocurrir en las películas de colegas policías. Y esta, aunque no venga de Estados Unidos, es otra vuelta de tuerca a las Arma Letal y Límite 24 Horas de turno. Y, además, tiene pinta de ser divertida.Vía