Una película postapocalíptica no tiene porque ser noticia necesariamente. Ya tenemos una buena cantidad de ellas en la memoria reciente, y casi todas tratan de lo mismo. Pero cuando no se trata de zombis, ni de terremotos, ni de volcanes, ni de incendios, uno se para y piensa: ¿qué nos depara la mente del director de turno? Cuando sabe que Hell, la película alemana de la que vemos una escena encabezando el post, está producida por Roland Emmerich, es cuando uno comienza a temblar.¿Qué le queda por explorar a este director de cine catastrófico? Al cine, me refiero con ese adjetivo, no a él, que conste.
Pues en este caso, nos presenta una historia en la que el sol está en su apogeo, provocando que la Tierra se convierta en un gran erial, donde el agua y la vegetación no existen y es casi imposible vivir.En ese lugar se hayan los tres protagonistas, Maria, su hermana pequeña Leona y Phillip, en busca de un pozo de agua que dicen se haya en las montañas hacia donde se dirigen y esperan hallarlo.
Viajan en una furgoneta que tiene los cristales tintados para protegerse del sol, y en una parada técnica, se encuentran con Tom, un mecánico que se hace indispensable en su aventura. Pero este no es de fiar, y pronto se las tendrán que ver con serios problemas para sobrevivir.Los actores son desconocidos para nosotros, ya que provienen de la industria germana, y el director es Tim Fehlbaum, un realizador que cuenta en su haber con dos cortos y un largometraje, también realizados en Alemania, de los cuales firma también el guión. Algo tendrá el hombre para que una estrella como Emmerich haya puesto su dinero en esta producción. Vía
