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Crítica: Destino Final 5, a veces las secuelas merecen la pena

Destino Final es una de las sagas más importantes del actual cine del terror, y tras tres secuelas bastante olvidables que han devaluado bastante la película original, nos llega esta quinta parte que vuelve a apostar por las 3D, y que nos muestra una nueva vuelta de tuerca, pero con bastante más diversión que en las anteriores entregas.Desde que se estrenase en el 2000 la primera parte de esta saga, hemos visto un buen montón de muertes en pantalla con las ideas más descabelladas, pero que en la mayoría de veces dejaban al espectador poco convencido, y la franquicia iba bajando su calidad a pasos agigantados.

La llegada de las 3D no le hizo demasiado bien a la saga, y con su cuarta entrega nos encontramos con la que muchos pensábamos que sería la última entrega, debido a lo absurdo de la película en general, pero la buena recaudación de su versión 3D, ha hecho que intenten seguir sacando dinero de la saga y ofrecernos esta quinta entrega.La idea general de la película sigue los esquemas habituales de Destino Final.

Un grupo de compañeros de trabajo deciden hacer una salida de fin de semana, pero en su viaje en autobús, el protagonista tiene un sueño donde ve con todo tipo de detalles el accidente que van a sufrir en un puente en obras. Al despertarse descubre que se está reproduciendo todo lo que ha visto en el sueño, y consigue salvarlos. Pero como bien sabemos todos los seguidores de esta saga, es muy difícil escapar de la muerte, y ellos tendrán que comprobarlo en primera persona.Para dirigir esta quinta entrega han contado con Steven Quale, un novato en la dirección de películas, que tan sólo había rodado un documental y una min serie, pero si que tiene experiencia en grandes producciones, ya que ha colaborado en varias películas con James Cameron, siendo su participación como ayudante de dirección en Avatar, su trabajo más importante hasta la fecha en películas de alto presupuesto.Entre el reparto podemos encontrar a Nicholas D’Agosto como protagonista, que a pesar de su largo curriculum, no ha hecho nada demasiado interesante hasta el momento y a Emma Bell, que es una habitual en las series americanas, pero la verdad es que sus actuaciones dejan bastante que desear. Por suerte, este apartado no importa demasiado en una película de este estilo.Uno de los puntos que más me han llamado la atención de la película, han sido las 3D. Normalmente evito como el agua hirviendo ver películas en 3D, pero en esta ocasión hay que decir que están muy bien llevadas. Quizás técnicamente no sean las mejores que he visto hasta el momento, pero si que están muy bien buscados los momentos donde utilizarlas, y a mí me ha parecido un añadido muy divertido, así que por una vez lo apuntaremos en el apartado de cosas positivas.Sin hacer ningún tipo de spoilers, destacaría tres puntos curiosos de la película. El primero son los títulos de crédito, donde podemos ver todos los instrumentos que han causado la muerte a algún personaje en la saga. La segunda curiosidad está en los créditos finales, donde podemos ver todas las muertes que han sucedido en Destino Final, pero esta vez en 3D. Por último me gustaría destacar el final de la película, del que no pienso comentar ni un sólo detalle, pero que seguro agradecerán y mucho los fans de esta saga.En definitiva, una buena secuela para esta saga de terror/comedia negra, que cuando parecía haber caído en sus momentos más bajos, levanta el vuelo y nos ofrece una divertida continuación, y a pesar de ser una película con muchas carencias, convence al espectador y ofrece lo que se le presupone, gore, humor y muertes truculentas, que no es poco.

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