La aventura de las familias en Perdidos en la Tribu está llegando a su fin y aunque apostaría cualquier cosa a que se le ha hecho más largo que un día sin pan, todos coinciden en los topicazos a la hora de valorar la experiencia: que si han aprendido a valorar las pequeñas cosas, que si ha sido una experiencia inolvidable (inolvidablemente desagradable seguramente…), etc.
Los Moreno Noguera se han preparado para la gran ceremonia de despedida con una sonrisa dibujada en la cara -¿pensaban en sus camas mulliditas y una ducha caliente?-.
Tan contentos parecían de poder irse pronto que han accedido a todo lo que les han pedido: se han puesto taparrabos, se han pintado la cara como ha sido necesario y sin decir ni chitón.
Por su parte, los “Rafas” también han protagonizado un rito: el de la guerra, después de que Rafa hijo ya hubiera recibido una ceremonia de reconocimiento de su valor.
Vestidos como guerreros y en canoas, padre e hijo parecían disfrutar como niños con esta simulación de El Último Mohicano.
Sin duda, los hombres de esta familia son los que se han enfrentado a momentos más horrorosos (cocodrilos, serpientes, tiburones, etc.
) y lo han hecho con una dignidad que bien merecerían llevarse el premio del concurso.
Por su parte, la familia más inadaptada del concurso, los Rovira Mezcua también se preparan para su ceremonia final en la tribu de los Hamer en Etiopía.
Tumbados en el suelo y unidos por la cabeza y por las manos, la tribu les ha pedido que escucharan a sus corazones.
Uno por uno han ido expresando sus sentimientos y los peores momentos vividos en el poblado.
Incluso el hermano mayor que siempre va de tipo de duro ha destapado sus malos momentos y su agradecimiento a la familia.
Las tres familias, desde luego, nos han dado momentos muy divertidos en sus respectivas tribus y, poco a poco, han ido cediendo y sometiéndose a pruebas que el primer día les parecía absolutamente imposible.
Pero lo cierto es que no todas se han adaptado con el mismo acierto y lo justo sería que el programa supiera premiar a la familia más capaz.
