Silvia tiene una cita pastelosa con Ruben en Mujeres y Hombres y Viceversa.
Estos dos parece que se gustan de verdad, que se molan, porque si no no se explica que se sigan viendo en todas las citas y sean todas iguales, pastelosas y como dos tortolitos.
Maikel quiere opinar, porque dice que Silvia lo mira con cara triste.
Y Silvia, con su cara de estar echa polvo, dice que sí, que le pasa algo con Maikel.
“no es por ninguna confidencia, no es por nada, es que he estado en casa, me he puesto a mirar vídeos, a observarte…”.
Lo que ha visto en un vídeo es que le parece que Maikel dijo que no le apreciaba, “el aprecio esta por ver”, escuchó ella… Y Silvia se levanta, con su pavera y se pone delante de Maikel.
“Tú sabes contigo lo que yo sentía al principio, fue increíble, subiste, subiste, subiste, y ahora mismo estás muy abajo.
Eres un niño encantador, te tengo mucho aprecio, me vas a tener como amiga, pero sé que tú no eres mi hombre”.
“Vale”, contesta él.
Maikel comenta que no se cree a Silvia, pero que no se la cree ni ahora ni antes.
Emma intenta entender a qué viene esto, y no para de preguntarle, pero ella contesta que ha sido sólo por los altibajos con él.
“No te creo, no te creo, yo respeto tu opinión, pero no te creo”.
Y claro, es que ¿quién se cree que lloraba hace dos días por él y que ahora lo esté echando? Al final se va.
Maikel dice que se va con “malestar general”, y ella llora y dice que es lo que siente, que no quiere estar con él.
“No me lo esperaba ni por asomo, la vida es así, las cosas hay que aceptarlas”, dice él.
Adios Maikel, adios, no me da pena porque me pones muy nerviosa con tus ataques de histerismo.