Está visto que Belén Esteban es igual a polémica allá donde va y en Más Que Baile no es una excepción.
Tras su victoria de la semana pasada, criticada incluso por sus compañeros –el Sevilla la puso a caldo en el Programa de Ana Rosa-, ayer volvió a liarla.
A la Esteban le tocó bailar un tango que realizó con la misma gracia del Pato Donald: arítmica, nerviosa, torpe, sin interpretación.
Lo mejor que pudo decir el jurado de ella –Víctor Ullate, que cualquiera diría que no sabe criticar- es que se había aprendido la coreagrafía (¿qué menos, no?).
En las valoraciones, la Esteban se defendió como pudo, justificándose con que sólo lleva 8 semanas aprendiendo y que ella es la persona más criticada gane o no gane (y eso es verdad).
Sin duda, ser tan querida por el público tiene un peaje bien alto.
Boris, que antes de mojarse se pone un chándal, intento poner paz insinuándole que en su programa malmeten y que ella está demasiado influida por las opiniones de los demás.
Belén lo tiene claro y asegura que el jurado “va al sol que más calienta” y nosotros no podemos estar más de acuerdo.
¿Cómo es posible que la semana pasada ganara y esta quedara en último lugar? La respuesta está en la audiencia, claro, y si apostáramos a que Belén estará en la final seguramente no nos equivocaríamos.
Lo único positivo que se llevo la Esteban a casa ayer fueron las disculpas de Carmen Martínez Bordiu –la nietísima- por no haberla felicitado la semana pasada por haber ganado y haber entrado a criticarla directamente.
Algo es algo…