Fama 2009 resumen 19 enero: Crucha expulsada

Y el público ha decidido que la expulsada en la gala de hoy sea Crucha.
Sergi,en consecuencia, ha tenido que retar a alguien y como él ha dicho: “reto a la persona por la pareja que tiene, que me encanta”.

Hablaba de Rafa.
Así que Rafa vuelve a estar en la cuerda floja y mucho me temo que mañana se despide del programa; que el chico de Sant Boi es un crack y tiene un estilazo alucinante.

Este fin de semana ha habido reparto de temas y tengo que hablar de la clase de funky, estilo que les ha tocado a Raquel y Ginés.

Rafa estaba ya harto de que esos dos se pasaran el día peleándose (bueno, ella peleándose y él lloriqueando) y les ha puesto a hacer unos ejercicios de tocamiento entre ellos y luego a sí mismos.
Total, que han acabado llorando, sintiéndose uno y todas esas chorradas que les encanta a los profes.
Marisa y Nito harán streetdance esta semana… siempre y cuando Marisa no se cambie de pareja, que ya la han pillado en la escuela comentando lo muuucho que le gusta Sergi y que le gustaría bailar con él.

Si cuando los hombres dicen eso de “las mujeres no saben lo que quieren” no van mal encaminados si nos fijamos en Marisa.
Ya veremos si sigue con Nito o no, que le dan unos prontos…Mientras, Nito ha tenido que sufrir las penitencias de sus compañeros, como la de limpiar con una peluca y unos tacones puestos, ponerse a correr por el jardín o hacer un cursillo de protocolo impartido por Jonás, quien no soporta verle hablar mientras mastica.
Estoy contigo, Jonás, eso que hace Nito es una soberana guarrería.
Hemos podido ver, también, la coreografía de rock acrobático de la pareja, al estilo grease; y la coreo grupal que habían preparado en los últimos días, la famosa por la megabronca antológica de Lola.
La verdad, no sé si ha quedado bien o no.
Las coreografías de Lola están pensadas desde la mente de una persona que monta bailes en un escenario estático y con gente alrededor , pero cuando éstos son muy amplios y abarcan mucho escenario y los trasladas a un plató donde el público es el telespectador, éste solo puede ver lo que te enseñan las cámaras, perdiéndose la concepción general del número.
Se dispersa todo y no te sitúas.
Una pena.