El día en el plató de Mujeres y Hombres y Viceversa se había tornado movidito después del ajuste de cuentas con documentos en mano que le había preparado Marta a Carlos, de su pobre defensa y de las palabras que la actual tronista, Blanca, tenía para la ex de su pretendiente.
Justamente todos estos rollos han hecho que la relación entre la extremeña y el maño se haya vuelto un tanto desconfiada, sobre todo y lógicamente, por parte de ella.
Pero no sólo por todo este embrollo con el treintañero, sino por otra historia que terminó desvelando más tarde.
Primero se vio la segunda cita entre ambos, donde hablaron de la pelea y en la que la rubia le confesaba a Carlos que le habría gustado que hubiera salido en su defensa cuando la otra saltó lo de que le “perseguía como una perrita faldera, no como una gata en celo”.
El moreno desmentía que hubiera dicho eso y también lo de que su verdadera intención con todo esto era llegar a ser en el futuro tronista del programa.
Complicidad entre ellos demostraron, pero también se notaba que Blanca había empezado a perder la confianza en el chico.
Carlos le quiso hacer ver que no estaría ahí si no fuera porque realmente quería ser su pretendiente.
“¿Tú estás viendo todo el fregao que se ha montado por entrar?” le decía, .
Ya en plató, Blanca tenía que confesar algo que se había guardado hasta ahora y que le unía con el maño: habían tenido contacto fuera del programa desde que el otro era su pretendiente, algo que según las normas está prohibido (aunque, dejadme que me ría… si ya es más excepción que haya algún pringado legal que las cumpla, cuanto todos se las están saltando, liándose entre ellos y viéndose en la misma discoteca siempre, como si no hubiera mundo más allá de Mujeres y Hombres y Viceversa).
Resulta que la rubia se había encontrado a Carlos dándose un beso con una chica en un bar.
Y toda esta historia la sacó a la luz Vicente (el pelo gallo peleón que también se entera de todo), aunque la tronista ya sabía que lo iba a contar.
Al final, lo terminó desvelando ella.
Yo entro en ese local, con Rubén y con Jenni (su compañera de piso), y cuando entro lo que veo de lejos es a Carlos.
Y yo que soy más lista que ninguno, me escondo en un lateral de la barra.
Miro a Carlos y en ese momento le está dando un beso a una chica.
– Blanca Al ver esto, Blanca mandó a su amigo Rubén para que le dijera a Carlos que estaban allí.
En ese momento Rubén se acerca, Carlos se da la vuelta, nos ve y ya supone que lo he visto porque yo estoy de frente a él.
Él se acerca a mí y le doy un empujón mientras le digo: No te acerques a mí y no me hables nunca más.
Después empezaron a llegar individuos que están siempre por allí y que siempre están al loro de todo, aunque no siempre dicen toda la verdad, y me empiezan a comer la cabeza.
Me cabreo aún más, pero llega Álvaro y me dice que me relaje que la chica es una amiga de Carlos.
– Blanca Su compañera de piso fue a donde Carlos a averiguar si era cierto que era su amiga.
Y al parecer, así lo era.
El maño la conocía desde hacía unos cuatro meses, y no había nada entre ellos.
Ahora bien… ¿porqué se estaban dando un beso?, ¿acaso esa es una situación normal entre amigos?.
Pero bueno, que como la extremeña no terminaba de creérselo, a pesar de que le llevaron a la amiga delante, ella decidió irse a su casa y no darle importancia al beso.
Hasta el día siguiente, que como estaba afectada, le terminó llamando por teléfono (que lo tenía porque antes del programa había sido amigo de ella), aún sabiendo que no debería hacerlo.
Yo no me podía quedar con la duda hasta el siguiente programa, porque a mí me afecta.
Era una persona en la que creía cien por cien y me estaba empezando a fallar.
Me convence porque me confirmó que es su amiga, que quedan a menudo, y lo dejo pasar, como he dejado pasar otras cosas de otros.
– Blanca Emma García le echó la bronca diciéndole que eso de que ahora esté con dudas le pasa por no haber esperado al plató a preguntárselo a la cara.
Ahora mismo ya no sé que creerme, porque con Carlos estoy totalmente desconcertada.
– Blanca Y Marta feliz de la vida.